Kiruna, Suecia. Latitud 67 grados norte. Temperatura ambiente: 25 grados celsius bajo cero. Mientras el avión aterriza y se posa suavemente sobre la pista cubierta de nieve, se nota a lo lejos el resplandor de las últimas luces del día…¡¡¡pero si son tan sólo las 14:30 horas!!!…
Cuando nos damos cuenta que no hay manga y que debemos caminar hacia la caseta del aeropuerto pienso: jeans, polera y sólo una parka puesta…
Pero la caminata dura pocos minutos. Sin embargo, tomando fotos a unos turistas a Rowena se le congelan la punta de los dedos de la mano.
Entramos finalmente y me voy directo al baño a cambiarme de ropa. 2 primeras capas, calzas, pantalón de esquí y dos parkas. Luego de un rato la gente comienza a desaparecer y las pocas tiendas comienzan a cerrar. Y ¿qué hacemos nosotros? No tenemos transporte contratado y debemos ir aún 120 kilómetros más al norte, a un pueblito llamado Abisko, conocido por su Estación de Avistamiento de Auroras Boreales.
Nos enteramos que debido al intenso frío no están operando buses ni trenes. Sólo veo un letrero que dice “Taxi: Kiruna 450 coronas (35 mil pesos chilenos) Abisko 1850 coronas (150 mil pesos chilenos)”. Me duele el estómago tan sólo pensar cómo esos precios escapan a nuestro presupuesto…
Luego de mucho estrés y la temperatura exterior que seguía bajando, logramos de alguna forma llegar a nuestro punto de destino…cruzando la estepa de Laponia con temperaturas de hasta 36 grados bajo cero… para mí sólo en Himalaya había experimentado temperaturas tan bajas, pero en esas ocasiones estaba harto más preparado.
La experiencia de Abisko y las Auroras Boreales la relataré en otro posteo, pero luego de esta introducción a nuestro viaje a esta parte del mundo donde el rigor del clima sin duda curte a sus habitantes, sólo quiero trasmitirles la sensación de estar en un lugar tan desolado, tan frío, tan oscuro, tan cerca del polo norte, pero a la vez tan mágico. Donde el amanecer se extiende por horas, la nieve dura meses, las señoras hacen las compras en trineo, las mamas sacan a sus bebes en coche a las 5 a.m. con 21 grados bajo cero, y bueno, las auroras boreales que cuando aparecen iluminan las largas noches de invierno…
Continuará…
Rodrigo Echeverría B.