A esta altura de la vida la única forma de establecer contacto permanente con los amigos de la universidad es estableciendo tradiciones, fechas sagradas para juntarse.
Así como algunas familias se cuelgan del día de la madre, o de la navidad para juntarse, y dar un pequeño stop a sus agitadas vidas, con mis grandes amigos de la universidad, a los que conozco desde hace ya….no quiero ni acordarme.
Entonces hace quince o veinte años establecimos la tradición de juntarnos a comer “una vez al mes”. Y aunque en la práctica no nos da para juntarnos más de 6 a 7 veces por año, es una tradición hermosa, pues la amistad florece como las canas en el pelo.
Somos 12 amigos que nos denominamos “Los Guatones”. Esto desde la U, ya que algunos de ellos eran de envergadura más bien ancha. Ahora ya con el tiempo nos vamos emparejando…ja. Bueno, se van emparejando ya que creo ser de los pocos que me mantengo tan delgado como hace tantos años.
Lo bueno es que la amistad no se pierde. Algunos con altos puestos en grandes empresas, otros emprendedores que hemos forjado nuestro propio camino, pero nos une más que la profesión. Es la amistad forjada en los pasillos de la Escuela de Ingeniería, que tanto nos hizo sufrir, pero que por lo mismo nos hizo formar una amistad dura y resistente como el concreto.
Y como uno paga, vamos todos. Y nos vamos turnando. Es la regla. Y las otras reglas son no hablar cosas muy serias, sino distenderse. Hablar tonteras, recuerdos, copuchas…
Saludos!!
Rodrigo Echeverría B.
