A PURAS FLORES…

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A pito de mi excesiva carga de trabajo y estrés, llegue a las flores de Bach. En verdad nunca he sido muy asiduo de las terapias alternativas, y alguna vez en mi pasado perdido las tome.  Pero esta vez fue diferente.
Por medio de un consultor de Makalu, Francisco, quien está experimentando con terapias alternativas, llegué nuevamente al tema. Ya menos escéptico, y acompañado de una terapeuta, comencé la terapia a fines del 2012. Luego de la primera consulta, y comenzando a tomar las flores, noté cambios significativos: bajé mi nivel de stress, la ansiedad y un poco mi obsesión por el control (es lo que más me ha costado, ja). Esto me sirvió para enfrentar los últimos meses del año, que para muchos, y particularmente para mi, son una locura. Sin dejar mis pasatiempos “adrenalíticos”, pero si intentando bajar un poco la intensidad de mis actividades extras, he estado intentando exigir menos mi cuerpo y mente. Y en esto las flores me han ayudado mucho.

Las esencias florales en el mundo actual fueron descubiertas por el Dr. Edward Bach entre los años 1926 y 1934. Su teoría era que las enfermedades físicas tienen un origen emocional. De ahí se han creado muchos sistemas florales basados en el mismo principio (australianas, californianas, bosque chileno…). Se supone que al  tomar estas esencias florales las vibraciones energéticas de éstas afectan nuestro campo energético,  y así armoniza nuestras emociones. Aunque obviamente esto no está reconocido por la ciencia clásica, las ventajas de las flores son varias: no producen dependencia, son naturales, no poseen efectos colaterales,  y a la larga produce un fortalecimiento y enriquecimiento del propio ser.

Si quieres explorar una nueva forma de Autocuidado y mejorar tu Calidad de Vida de una manera natural, son 100% recomendables. Existe mucha información en internet sobre los tipos de esencias, su utilidad y la forma de tomarlas.  Obviamente siempre es ideal tener la asesoría de alguien experto, o como en mi caso, una terapia complementaria.

Para mí la tarea es doble: por un lado poder controlar mis emociones, mejorar la sensación de bienestar y disfrutar lo que tengo más que estresarme por lo no tengo o por lo que debo hacer, y además predicar con el ejemplo.

Obviamente esto no es una panacea, y como todo en la vida, debemos ser persistentes y principalmente creer en ello. Pero si puedes ahorrarte ansiolíticos y horas de psiquiatra…creo que vale la pena.
El mundo de hoy te invita a estar como loco y esa es una tentación que debemos saber manejar.

Yo estoy en este camino y siento que es el correcto.

Saludos y suerte!!!

Rodrigo Echeverría B.