La tecnología avanza vertiginosamente y las ebikes van tomando terreno. Aunque aún tiene detractores.
No voy a hacer un análisis técnico ni mucho menos. Quizás en otra ocasión.
Solo esbozar algunas características que hacen de la ebike un objeto de deseo.
Obviamente sus ventajas están a la vista. Puedes tranquilamente en una mañana (o tarde) hacer unas tres bajadas pulentas en el bike park. Bajadas de 380 metros de desnivel o más. Sin tener que sufrir, sudar la gota gorda y andar con el protein plus y la energética bajo la manga. A menos que seas superfit o lolo de 25.
Pero quien ya pasó los 40 y el estado físico no es su fuerte, la ebike como que vino a salvarle la vida. Obviamente si el bolsillo lo permite (este juguete parte casi en los 4 palos)*.
Pero en verdad esta bicicleta “asistida” (la diferencia de otras eléctricas pues la fuerza de empuje te la da sólo si pedaleas) puede servir para mucho más. De hecho su verdadero potencial se está recién por descubrir.
Por ejemplo, largos “paseos” (disculpe quise decir “travesías”) estilo épico, donde al elevar el potencial de kilómetros recorridos por sobre los 30 y el desnivel sobre los 1.500 metros (referencia batería bosch 2018) las posibilidades son infinitas**.
O sea, puede hacer lo que todos hacen pero 3 veces, y ser mirado con recelo o envidia por los bikers. O también puede hacerse famoso y … con un poco (o quizás más que un poco) más de estado físico, aperramiento y motivación, hacer rutas que quizás nunca lo hubiera pensado.
Junto a algunos amigos, estamos formando un grupo de “épicos” para re descubrir travesías que son conocidas en ambientes motoqueros o a caballo. Pero esta vez recorrerlas en ebike.
Espero seguir por acá compartiendo estas nuevas y buenas aventuras. Que las baterías y el señor nos acompañen!!
Nos vemos en el cerro
Rodrigo Echeverría B.
* La reventa como que está recién partiendo, desconozco valores
** Ver Nota marzo 19 “Travesía a la Laguna de los Vientos”
