CÓMO MOTIVAR A NUESTROS EQUIPOS DE TRABAJO

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Te suena el nombre de Abraham Maslow??

Este señor estudió las necesidades humanas y las jerarquizó en una pirámide que se ha hecho ampliamente conocida y llamada comúnmente “la pirámide de necesidades de Maslow”. En ella categoriza todas las necesidades humanas jerarquizando unas sobre otras. En la base de ésta por ejemplo están las necesidades fisiológicas, las de seguridad, luego las necesidades sociales, las de ego y por último las de autorrealización. Sin embargo sólo el 1% de las personas logra llegar al nivel más alto y sentir que en su vida ha cubierto todos los escalones de la pirámide.

Por ejemplo las primeras necesidades que toda persona debe satisfacer son las fisiológicas como respirar, alimentarse, abrigarse. Éstas predominan sobre todas las demás. Si usted ya ha satisfecho estas necesidades básicas entonces pasará al siguiente escalón que corresponde a la necesidad de seguridad, por ejemplo pensar que el “mañana” es seguro, que tendrá dinero para pagar sus cuentas, que no será despedido(a)… si percibe que está en riesgo de alguna manera su seguridad, no dirigirán su conducta a otra cosa que no sea buscar tener tranquilidad. Y así sucesivamente irá subiendo o bajando en la escala de necesidades según las circunstancias de la vida pues una necesidad que hoy es estable, mañana podría volver a ser la de mayor importancia.

Lo principal de todo esto, y el principal aporte de Abraham Maslow con su pirámide de necesidades, es que debemos entender que a veces ejecutamos acciones para motivar a las personas que no responden a su necesidad prioritaria, por lo tanto no obtenemos resultados esperados.

Así, cualquier psicólogo que busca motivar a su paciente, el coach que busca comprometer a su cliente, jefes o líderes que buscan mejorar la productividad en su empresa o padres que desean estimular un comportamiento nuevo en sus hijos, deben entender cuál es la necesidad prioritaria de la persona en ese momento.

Por ello no debemos extrañarnos si algunos incentivos en la empresa solo sean llamativos para algunas cuantas personas y no responde a las necesidades de la mayoría. Finalmente se califique de poco efectivo cuando en verdad lo inefectivo no fue la medida misma sino su implementación.

A continuación algunas ideas para que todo líder, padre, coach, pueda implementar para ser estratégico en cada una de los “escalones” de la pirámide de Maslow. Debo aclarar que muchas de ellas están albergadas en leyes de la república, como el código del trabajo o la ley 16.744 las cuales velan precisamente por condiciones del trabajo adecuadas y seguras, velando además por la salud psicosocial del trabajador.

Para las necesidades fisiológicas: Proveer un ambiente con condiciones higiénicas adecuadas (temperatura, ergonomía, iluminación). Espacios cómodos para reuniones y horarios adecuados para comidas. Tener en consideración las necesidades de transporte y sueño de los trabajadores, para que lleguen en condiciones físicas y anímicas adecuadas a la jornada laboral.

Para las necesidades de seguridad: Pagar un salario justo y a la fecha acordada. Evitar o gestionar la exposición a tareas de riesgo, entregando elementos de protección y capacitación requerida.
Cuando las circunstancias son difíciles, tener una comunicación abierta con las personas que les permita no tener dudas, suposiciones falsas o que visualicen amenazas poco probables.

Para las necesidades de pertenencia (sociales): Crear en su empresa una identidad, que generalmente se hace por una vivencia específica de valores, visión y misión. Hay empleados que visten con orgullo el logro de su institución y es porque están comprometidos con esa visión y misión, ya sea por la excelencia que se busca, por el aporte social que brindan, etc. La pregunta primordial es ¿por qué van sus colaboradores a trabajar? si su respuesta es: “Por dinero”, es el más fiel ejemplo de que no se ha creado una identidad en su grupo, una importancia del porqué pertenecer, sino que sólo es un medio para ganar dinero.
Permitir a las personas formar parte de diferentes grupos, realizar actividades que les unan en propósito, sea en lo laboral o en lo familiar.

Para las necesidades de estima (Ego): Brindar reconocimiento constante, no sólo estar presentes para la corrección, sino procurar abrir los ojos cuando las cosas se cumplen como se esperan. Reconocer no solamente la consecución de una gran meta, sino también reconocer el progreso, los pequeños logros (Amabile, 2011). Por ejemplo no sólo premiar a su hijo cuando ha logrado la nota trimestral, sino haber reconocido su esfuerzo y empeño en una tarea. No sólo esperar la evaluación de desempeño, sino agradecerle a su empleado el haber colaborado en horario extraordinario la noche anterior.
Usar el reconocimiento público, una cena para la familia, la entrega de premios o política de compensaciones. Siempre recalcar lo importante que son para usted.

Para las necesidades de autorrealización: Las personas autorrealizadas lo son en parte porque las decisiones de su vida dependen de ellas, porque ellas controlan sus actividades y se involucran en lo que les apasiona. De ahí la importancia en primer lugar de traer a nuestros grupos personas interesadas no en lo que van a ganar, sino en nuestros valores, visión y misión.
En segundo lugar brindar ambientes que posean las mismas características, en otras palabras si usted disminuye control sobre la gente y les permite mayor autonomía y confianza, simplemente tomando el “riesgo” de creer en ellos. Toma en cuenta no sólo sus ideas, sino escuchando y considerando las ideas de los demás.
Variando constantemente el desafío de las tareas para que no se vuelvan rutinarias o aburridas (Csikszentmihályi, 2005) y estableciendo metas con dificultad (Locke, 1968).
Permitir a las personas tomar decisiones y riesgos por sí solos.

Obviamente existen muchas más acciones que usted puede aplicar tanto a nivel laboral como familiar. También existen otros autores como Frederick Herzberg y teorías más modernas sobre la motivación.

En la empresa que presido nos preocupamos del bienestar y la calidad de vida del trabajador para que su experiencia laboral le permita estar alto en la jerarquía de necesidades y pueda lograr su autorrealización, pues es la mejor vía para mejorar su salud física y mental y ser un gran aporte a la sociedad por medio de su trabajo y al país que deseamos construir. Por supuesto esto va de la mano con la conciencia de empleadores y ejecutivos que entiendan que invertir en sus colaboradores es invertir en productividad y rentabilidad presente y futura, en el amplio sentido de la palabra.

Un abrazo y buen fin de semana a tod@s. Abrigarse.

Rodrigo Echeverría B.

Fuente: www.psicologialaboral.net