UNA AVENTURA EXTRAORDINARIA: EXPEDICIÓN PLOMO BIKE 2016

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Claudio Lucchese nació en Italia, vive en Verona, está casado con mi hermana (o sea es mi cuñado) y además es un ropero de tres cuerpos. Si bien nunca había practicado el montañismo (tiene un extenso prontuario como ciclista rutero y body building), se declara amante de la montaña.

En repetidas venidas a Chile comienza a subir por mero turismo a Farellones, Valle Nevado, La Parva. En moto, en auto, en bicicleta. Cada vez que contempla esta enorme mole glaciada se pregunta si es posible como ciclista alcanzar la cumbre del cerro El Plomo (5.430 msnm). Seguro que más de alguien ya lo ha hecho, pero pedaleando desde Santiago mismo seguramente nadie aun. Comienza a investigar extensamente por medio del google earth en sus ratos de ocio estas rutas de cancha de carrera y el valle del rio Molina, que acceden al campo base de la montaña misma. El 2012 hace un intento de llegar a cancha de carrera usando mi Giant Rhein que pesa cerca de 17 kilos. Llegamos (digo llegamos pues siempre le he asistido en sus aventuras) a la cumbre del Falsa Parva (3.800 mts). Un esfuerzo no menor considerando que pedaleó en el día desde Santiago remontando 3.000 metros de desnivel, bicicleta a cuestas en la parte final. Uff.

Me parece que luego de este intento ya se le mete definitivamente en la cabeza ésta loca idea de escalar hasta la cumbre del Plomo con su Mountain Bike. Tal como nos ocurre a los montañistas, se convierte en un desafío, una obsesión, románticamente hablando un sueño por el cual vale la pena luchar. Comienza así a entrenarse para esta empresa.

Y en esta transición de ciclista a montañista-ciclista, se entrena en las montañas del Veneto que no superan los 2 mil metros. En enero 2014 hacemos un intento serio por la vía Falsa Parva – Cancha de Carrera llegando a 4.200 mts, pasado la cumbre del Pintor. Pero tiene que rendirse por problemas de aclimatación.

Llega el 2015 y se entrena con todas sus fuerzas. 6 días a la semana en el gimnasio y con la bicicleta en las rutas de los Alpes italianos. En enero 2016 fijamos la fecha de la ascensión y con mi ayuda empezamos a programar la expedición ‘Plomo Bike’. Será el 7, 8, 9 y 10 de enero.

Su sueño comienza a volverse realidad. Apenas aterrizado el avión y con jet lag incluido subimos a aclimatar a Laguna Piuquenes (3.500 msnm) haciendo un reconocimiento de la ruta a seguir.

Después de esto el jueves 7 de enero muy emocionado empieza la salida desde Santiago hasta la Parva. Ésta es muy dura debido al peso de la mochila (casi 20 kg), el desnivel muy alto y en bicicleta (Scott 11 kilos).

Plomo Bike 2 [2016]Así lo relata el mismo Claudio:

“Tardo 6 horas en remontar desde comienzo camino Farellones hasta La Parva y en compañía de un perro. Me acogen amablemente en el refugio del campo base Águilas, mientras una lluvia torrencial se deja caer. Estoy listo para un segundo día. El 8 de enero empiezo el trato de la Parva a Piedra numerada. El tiempo no es el mejor, por el fuerte viento y las nubes, pero el paisaje maravilloso me estimula, los colores del cerro Pintor son increíbles!

Así llego a Piedra Numerada, después de 5 horas. Aquí planto la carpa y encuentro personas muy amables que me ofrecen su ayuda en caso de necesidad. En la noche aparece Rodrigo con Rowena, ahora la expedición es al completo. Estoy siempre más exaltado. Paso todo el día a admirar el Plomo desde mi carpa y veo su majestuosidad soñando conquistar su cumbre. El 9 de enero, salgo al último campamento base, en Federación, desde donde a las 3 am empezaré a hacer la cumbre. Llegando a Federación, hacemos la carpa, comemos y a dormir temprano. En la noche sopla un viento consistente que me preocupa mucho, mientras sueño la montaña con intensidad, después de tanto sacrificio lamentaría renunciar por culpa del tiempo. Paso la noche en vela, no sabiendo si Rodrigo vendrá a llamarme para darme el ‘vía libre’, no viéndolo me preocupo, pero al improviso veo una luz, es su linterna y me dice ‘vamos’. En este momento mi corazón se estremece, me siento el hombre más feliz del mundo. Así el domingo 10 de enero a las 3:40 am se parte. Yo con el corazón en la mano comienzo a salir, siguiendo la luz de Rodrigo, ya que mi linterna se ha roto. La bici en mi espalda se vuelve siempre más pesada, es una noche estrellada y las pequeñas linternas de otros escaladores se confunden con ellas, es una sensación estupenda. Llegando al refugio Agostini empieza a salir el sol, el espectáculo de Los Andes es indescriptible. Me concedo una pequeña pausa.

Plomo Bike 4 [2016]Empiezo a salir nuevamente, pero al ver el desnivel, pienso que será muy difícil y alguna duda de lograr mi sueño me viene. Un viento muy fuerte me desequilibra, así Rodrigo Echeverria me hace de escudo, protegiéndome al colocarse delante mío. No miro nunca la meta en alto, para no desmoralizarme, visto la dificultad. La imagen que más recuerdo son los zapatos de Rodrigo, trato de concentrarme en ellos, así mi cerebro es menos disturbado de emociones negativas. Sin darme cuenta llegamos a 5.000 mts, faltan solo 430, los más duros. Salgo con pasos de 20-25 cm, cada 20 metros hago una pausa para respirar. Todo se hace más difícil, el aire te falta y mi corazón late siempre más fuerte. La sensación térmica es de -17 pero soporto bien el frio. Llegando al glacial, lo tenemos que atravesar, me pongo los crampones para mi seguridad. Ahora falta la última parte, solo 200 mts. Empiezo a vibrar gustando la sensación que lo puedo lograr. Rodrigo me anima y empiezo casi a llorar de la emoción. Veo aparecer la bandera chilena que sopla en la cumbre. Estoy llegando y mano a mano que me acerco, se abre una vista paradisiaca, con todas las montañas nevadas, creando un escenario estupendo. Un abrazo con Rodrigo, pongo una tricota de ciclista de la Italia junto a la bandera, fotos y ya es tiempo de volver. La emoción es inmensa por ser el primero a salir con una bicicleta desde Santiago al cerro Plomo, volviendo a Santiago siempre en bicicleta. Su majestad el Aconcagua nos saluda, quizás invitándonos a visitarla.

Plomo Bike 3 [2016]Un agradecimiento especial a Rodrigo Echeverria que con su experiencia ha permitido de realizar mi sueño en completa seguridad y tranquilidad.”

Es este un ejemplo inspirador que nos invita a perseguir nuestros sueños con esfuerzo, paciencia y perseverancia.
Grande Claudio, un abrazo desde las montañas de Chile.

Rodrigo Echeverría B.