El CHO OYU, con sus 8.201 metros, es la sexta montaña más alta de la tierra. En tibetano, Cho Oyu significa Diosa Turquesa. Se sitúa en el límite entre Tibet y Nepal, aunque se escala por Tibet (que por cierto pertenece a China). La ruta a seguir no es técnica y es bastante segura, aunque obviamente su principal dificultad radica en su enorme altura y todo lo que eso conlleva: hipoxia, frío intenso y fuertes vientos.
Nuestra aventura, si sale todo como planeamos, comienza el día 1 de abril donde tomamos vuelo con destino a la capital de Nepal, Katmandú. Un vuelo de más de 40 horas (te encargo el jet lag), lo que significa que estaremos como 11 horas adelantados de hora. En aquella bella y exótica ciudad, la cuál conocí hace 10 años para la expedición al Makalu, formalizaremos todos los trámites y terminaremos de preparar nuestro equipo. Desde Katmandú nos trasladaremos por carretera a la frontera tibetana, a Zhangmu, donde nos adentraremos a la meseta tibetana. Algo así como el altiplano nortino pero a 5.000 metros de altitud. Tendremos que llegar al último pueblo llamado Tingri, desde donde comienza la aproximación con yaks hacia el Campamento Base Avanzado a nada menos que 5.700 metros de altitud¡¡ el que será nuestro hogar por al menos las siguientes 4 semanas.
La época que escogimos fue el pre monzón, equivalente a la primavera del HS, o sea, antes del verano y de las lluvias. La cara que atacaremos es la oeste, que se caracteriza por suaves pendientes de nieve y sólo unos pocos tramos técnicos de roca y hielo.
En este caso la Expedición la integraremos sólo 2 personas, Rodrigo Fica y el suscrito. Ambos tenemos bastante carrete en montaña y ambos tenemos también 2 expediciones a ocho miles a cuestas.
En mi caso, el primer gran desafío es recuperarme de esta lesión a mi clavícula, que me ha imposibilitado entrenar desde hace 2 semanas. Además, tengo considerado poder hacer esquí alpino en esas pendientes nevadas, lo que hará un poco más entretenido el ascenso, espero.
Por Ahora a cuidarse no más y no me subo más a la bicicleta, salvo que sea para subir no más. Deséenme suerte…