Después de una buena nevada, hay excelentes opciones para gozar de la precordillera santiaguina. Buenas vistas a la capital, ya con el cielo limpio y la nieve fresca en las laderas de las montañas.
Así fue como llegamos al Cerro Panul, en el corazón de la precordillera de La Florida. Decenas de deportistas y familias enteras iban a gozar de un día soleado, que partió muy helado pero que poco a poco fue temperándose no sólo en la temperatura ambiental sino en el ánimo de los participantes.
Subimos a pie por un poco menos de una hora, con bicicletas a cuestas (digámoslo, bastante pesadas), observando como la nieve iba derritiéndose y transformando la pista en el mejor grip de la semana.
Una bajada de menos de 5 minutos…pero valió la pena. Otra subida, entre trekkers, caminantes solitarios, familias, bikers….y para luego gozar de la segunda y última bajada del día. Y el postre, las prácticas de salto en la llamada “plaza de saltos”. Ahí avezados riders demostraban su talento en las alturas y en las aterrizadas, unas más suaves que otras. Y a veces comer tierra es parte del aprendizaje.
Gozamos en Santiago de una locación privilegiada, donde un frío domingo de invierno puede convertirse en la más entretenida aventura junto a los amigos.
¡¡Un abrazo y a preparar la bicicleta para el próximo fin de semana!!
Rodrigo Echeverría B.
